Revivo de entre los muertos para hablaros de un película que he ido a ver al cine recientemente: La La Land (La ciudad de las estrellas).
Esta película ahora está en boca de todos, no solo por como arrasó en los Globos de oro (donde ganó las 7 categorías en las que estaba nominada) sino también por sus buenas críticas. Y por fortuna o por desgracia yo debo unirme a esta última categoría ya que la película mola tanto como dicen. También mencionar que es del mismo director de Whiplash (película que os recomiendo ver).
En este film nos encontramos con Mia, una joven aspirante a actriz que alterna audiciones con su trabajo de camarera en un café de los estudios Warner, lo que le recuerda constantemente porqué dejó la universidad y se mudo a Los Ángeles: el sueño de ser una actriz de éxito. Por otro lado nos encontramos con Sebastian, un joven pianista sin trabajo, que desayuna cada mañana frente a un antiguo club de Jazz reconvertido en un bar de tapas. Su mayor sueño es abrir su propio club de jazz para devolverle a este género musical su sentido original. Estos dos personajes se conocerán y enamorarán, sin saber que sus caminos discurren en caminos opuestos.
A ver, Yo soy la tonta de los musicales, me encantan. Por eso cuando vi el trailer de esta película fue como ¡Oh Dios necesito ver esto!. En mitad de la época de exámenes de la universidad saqué tiempo para ver este maravilloso film que únicamente con la música y esas coreografías a mi ya me enamoró.
Esta película con una gran semejanza al cine clásico recurre a los dos grandes tópicos holliwoodienses: el típico chico conoce a chica y el de los aspirantes en busca de oportunidades, en busca de lograr su sueño. Esto, que a primera vista puede dar a entender que es un film sencillo que no tiene más que aportar, viene acompañado de un trasfondo que va más allá de los bailes y la música, con un mensaje de realidad y madurez. y es que esta película enfrenta el triunfo con el amor, la vida personal con la profesional.
Habla del precio de la ambición y como repercute en la vida personal de los protagonistas.
Los protagonistas son increibles, Ryan Gosling y Emma Stone son maravillosos, en su actuacion nos transmiten una química y una energía... Te transmiten la pasión por lo que les gusta y quieren hacer. No me estraña que esten ambos nominados a Los Oscars en la categoría de mejor actor actriz. Son dos personas muy talentosas y lo demuestran con sus actuaciones, con el cante y con el baile.
Las escenas están grabadas en planos secuencia, especialmente en los planos musicales lo cual tiene mucho mérito y requiere mucha coordinación por parte de los actores. esto también le da un look teatral a la película.
En fin, esta película, que trata el tema del amor y el triunfo con aun tono agridulce, es maravillosa y todos debéis ir a verla. Especialmente si os gustan los musicales. A mi la música de verdad que me enamoró, el jazz, las coreografías (especialmente las de claqué)... Os la recomiendo mucho, una indispensable.
Un beso.
FA